martes, 26 de junio de 2012

Ray Bradbury "La dicha de escribir”



Ray Bradbury es sincero y nos cuenta una verdad, la cual es que las personas no se atreven a escribir a pesar de quererlo hacer, esto quiere decir, que nunca se han atrevido o siempre se han sentado al frente del escritorio y esa hoja donde ellos pensaban que iba a salir llena de palabras y sentimientos, sale en blanco. Esto los decepciona y la fuerza que agarraron en ese momento se pierde, además no lo vuelven a intentar en un largo y prolongado tiempo.

Acepto que yo he intentado escribir mis pensamientos, sentimientos e historias en un papel, pero la mayoría de veces me quedo mirando la hoja y nosé por donde comenzar. Siento que mi mente en ese momento se traslada a otro mundo o a cualquier otro lugar menos en el que debería estar.

En otras palabras, soy parte de la gran verdad que nos cuenta Ray Bradbury. Él nos narra muchos puntos importantes que necesitamos para motivarnos a dar ese primer paso y dejar los miedos a un lado. Uno de los puntos que me pareció interesante e impulsivo es que para escribir podemos inspirarnos de cualquier tema, objeto, persona, entre otros. Cada uno de nosotros tenemos algo que nos maraville o encante, así como Bradbury tiene su lista de autores favoritos y cada vez que piensa en ellos se entusiasma e inspira para escribir.

Este escritor estadounidense nos nombra continuamente que debemos tener garras y entusiasmo para que nuestro texto se sienta real y divertido. Son características que tenemos que tener en cuenta para que el escrito no se sienta frío, sin amor y alegría.
Realmente esas dos palabras (garra y entusiasmo) son esenciales y me parece que son bastante exactas, ya que cuando nosotros leemos algún relato y no sentimos que nos atrape o nos meta en él, inconscientemente lo dejamos a un lado o nunca lo terminamos de leer.

Sinceramente yo no quiero que cuando escriba algún texto, aunque sea lo más pequeño posible, los lectores lo desechen rápidamente. Por ello, tomaré los consejos del texto “La dicha de escribir”. Ya que quisiera que todo lo que plasme en una hoja me salga sin ninguna dificultad, para que se sienta que lo he escrito con agallas y entusiasmo.

Por otro lado, mientras que leía aquellas preguntas que Ray nos hace en su lectura, al mismo tiempo me las respondía y meditaba un momento sobre cada una. Entonces me di cuenta que él cumplió su objetivo conmigo, el cual fue hacerme tomar conciencia de los miedos y motivarme a darme la oportunidad de expresarme en unas líneas.

En conclusión, lo que desea Ray Bradbury en su texto es transmitirnos motivaciones para abordar un tema y abrir nuestras mentes para no siempre estancarnos en el mismo pensamiento o en las mismas ideas. Nos enseña que podemos redactar sobre cualquier tema. Así como él, que usa el escribir para desahogarse con situaciones que le parecen injustas o cosas que se le ocurren en el momento. Si él puede transmitirnos esa llama, nosotros también podemos  hacer que los lectores se enciendan con nuestro conjunto de párrafos.




No hay comentarios:

Publicar un comentario